¡Y otra vez que nos hemos ido de vacaciones! ¡Vaya verano que nos estamos pegando!
Esta vez hemos ido a la playa, a Cambrils. A un hotel muy chulo con una piscina muy grande u un montón de columpios.
Así que por la mañana íbamos a la playa. Me pegaba la mañana haciendo castillos de arena con papá.
Y claro, después de tanto trabajo había que refrescarse un poquito.
Aunque he de confesar que soy un poco de secano, y eso de bañarme no me ha gustado mucho. Es que como les decía a los papás, me dan un poco de miedo las olas.
Por las tardes nos quedábamos un ratito en la piscina y el parque del hotel
Y después íbamos a dar un paseo o a unas ferias que había cerca. Por cierto, he descubierto lo mucho que me gustan los fantasmicos, así que todas las tardes me compraban una bolsa.
Lo malo, es que mirad el tiempo tan malo que ha hecho.
La mayoría de los días no hemos podido ir a la playa, así que nos hemos tenido que buscar la diversión haciendo excursiones.
Un día fuimos a Cambrils a dar una vuelta por el puerto. Allí vimos cómo sacaban los peces de una barco pesquero para venderlos.
Y después, nosotros non montamos en otro barco hasta Salou.
¡Se movía un montón con las olas!
Allí en Salou dimos un paseo y luego comimos una paella muy rica, y de postre un helado.
Y en la comida nos dimos un ¡abrazo familiar!
Y luego de vuelta en el barco a pasar la tarde de tiendas por Cambrils. A mí la tienda que más me gustó fue una que tenía una vaca en la puerta.
Otra tarde, volvimos a Salou, pero esta vez para comernos un helado muy grande cada uno.
El mío era un muñeco de nieve de fresa y vainilla, y estaba riquísimo.
Eso sí, yo nunca quiero dormir la siesta, pero con tantas cosas que hicimos, mirar lo que me pasaba luego.
Me lo he pasado muy bien, pero ahora ya se han terminado las vacaciones porque se acaba el verano.
¡Pero pronto voy a empezar el cole de mayores!
