MIS PAPÁS NO SE ENTERAN

Parece ser que mis papás no se enteran de que no me gusta salir de casa. Que donde más a gustito estoy es en mi casa, en mi cuna, en mi mantita y en mi sofá.
Pues ellos se empeñan en llevarme por ahí a todas horas. El sabado estuvimos toda la mañana de paseo, luego a comer a casa de los yayos y otra vez de paseo por la tarde.
Y por si esto fuera poco, el domingo me llevaron a comer otra vez fuera de casa, a un restaurante con los otros yayos y el tío Jorge.
Así que yo decidí rebelarme y estuve los dos días todo el rato llorando y berreando. Y sólo me callaba cuando me cogían en brazos.
¡Para que veais la cara de enfadado que llevaba!

¡A ver si mis papás se dan por aludidos de una vez y me dejan tranquilito en mi casa!