Así que cuando terminó le dio a unos botones, y allá que me fui yo a investigar. Y cual fue mi sorpresa cuando empezó a hacer ruido y dar vueltas.
Luego me explicó que era una lavadora y sirve para lavar la ropa. ¡Ya puede lavar, ya! ¡Con lo que yo mancho ahora!
Yo por mi parte he decidido que me gusta mucho la lavadora. Así que cada vez que paso por la cocina me entretengo un ratillo mirándola e intentando apretar todos los botones.