Por la tarde fuimos a ver el pregón. Salieron los gigantes y cabezudos, una carroza con caballos, otra carroza de un león... Los acabezudos venían a darme la mano y saludarme. Y todo iba bien hasta que uno de ellos me cogió para hacerme una foto. Ahí ya me entró un poco de mieditis y me puse a llorar.
Pero que conste que soy muy valiente y me recuperé enseuida del susto.
Y hoy por la tarde hemos ido a las ferias. Todo era alucinante: las luces, las atracciones, los peluches que colgaban en la tombola...
Al final me monté en un tiovivo.
También probé el agodon d azúcar ¡Qué pegajoso!
Y al final nos fuimos a casa con una serpiente enorme que mi papá me consiguió tirando unas bolas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Hola, soy Bruno. Me encanta leer tus comentarios.