Fuí a la peluquería que va papá y me senté encima de mamá para que pudieran cortarlo. Primero me pusieron una capa blanca que parecía un fantasma y luego la peluquera empezó a cortar con una máquina que hacía ruido.
Al principio me miraba al espejo muy serio, intentando hacerme el valiente. Pero luego ya no pude más y empecé a poner pucheros y a llorar un poquito.
Menos mál que estaba papá para salvarme y me trajo el muñeco del pingüino que tanto me gusta.
Así ya me estuve quietecito hasta el final. Y el resultado fue este:
¿A que me han dejado guapo?
4 comentarios:
Guapo no, guapisimo!!!
Bruno, un 10 para tu peluquero... estás guapo guapo guapo :D
Pero que guapo estas Bruno!!!! y es que eres un valiente, no hay peluquero, ni tambores que te den miedo :-P OLE!!!
pero que gradote se esta haciendo nuestro chiquitin con ese corte de pelo engañas pareces un chico malo , con lo buenecico que tu eres , je je je
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